domingo, 9 de noviembre de 2014

Historias del vapor (VI dup) Las "zeppelines" de Andaluces (RENFE 120-2041 y 120-2051/2052)

Hojear el álbum motor de RENFE de 1947 (por supuesto, la reedición en cuatro fascículos que se hizo en 1981), es una fuente continua de sorpresas, preguntas y de posibles caminos a explorar. Hace unos días me topé con esta locomotora:

Foto: Álbum motor RENFE

Su aspecto desgarbado hace pensar que sufrió una transformación en profundidad. El álbum no dice nada sobre ello y, aparte de los datos técnicos, únicamente informa que perteneció a la Compañía de Andaluces, que cuando se integró en RENFE se le asignó la matrícula 120-2051 y que en su antigua compañía fue la 114. Tomé de forma inmediata al impagable libro de Fernando Fernández Sanz: Locomotoras de Andaluces, el tomo III de su enciclopédica obra Historia de la tracción vapor en España y, a partir de ahí, conocí la historia de esta locomotora que resumo ahora en pocas líneas.

Cuando a mediados de la década de los 60 del siglo XIX se estaba construyendo el ferrocarril Córdoba-Málaga por la compañía del mismo nombre,  MZA la cedió cuatro locomotoras del tipo Creusot viajeros, de rodaje 120, que como sabemos era el más adecuado en aquella época para el arrastre de trenes de este tipo. 


Locomotora MZA 92.Cuatro locomotoras similares a éstas fueron cedidas por MZA al Córdoba-Málaga. Parece ser que ambas compañías estaban muy relacionadas. (Foto: archivo del Museo del Ferrocarril) 
Poco después, la propia compañía adquirió otras 16 locomotoras iguales a constructores franceses y belgas. De este modo, las 20 locomotoras constituyeron la serie 1-20 de la Córdoba-Málaga. Tenían una potencia de 416 CV y un esfuerzo de tracción de 3390 Kgs.

La 107 de Andaluces (Foto: colección Sanz)

Una vez constituida la Compañía de Andaluces, esta serie se convirtió en la 101-120 y estuvo dedicada básicamente al remolque de los trenes de viajeros en su línea original. De todas ellas sólo pasó a RENFE en su estado original la 102 que recibió la matrícula 120-2041. Acabó sus servicios en el depósito de Puente Genil y fue desguazada en 1954.


102 de Andaluces (120-2041 en RENFE) (Foto: Album motor RENFE)

Pero no todas sus hermanas corrieron la misma suerte. A principios del siglo XX, la potencia de estas locomotoras se quedaba muy corta para arrastrar los nuevos coches de viajeros y se optó por la reforma de algunas de ellas. Se escogieron a las 112, 114, 115 y 117 y la transformación se llevó a cabo en los talleres de la compañía en Málaga. Aunque la de la 115 fue algo diferente, en las otras tres consistió fundamentalmente en un pequeño  aumento del timbre de la caldera y en una ampliación del hogar que pasó a reposar sobre el segundo eje acoplado. Ello obligó a elevar el cuerpo de la caldera y a prolongarla un poco dándola el curioso aspecto que presenta en la foto del Parque Motor de RENFE que puse al principio de esta entrada y que ahora vuelvo a reproducir con algo más de calidad (reconozco que no he logrado encontrar más fotos de estas locomotoras y si algún lector dispusiera de alguna, sería estupendo poderla incluir aquí).  
Andaluces 114/RENFE 120-2051 (Foto: Parque motor RENFE) 

Por cierto, ese aspecto hizo que los ferroviarios andaluces las denominaran las "zeppelines" ya que por aquel tiempo se instaló en Sevilla un poste de amarre para dirigibles.

Pues bien, con estas transformaciones se aumentó la potencia de estas locomotoras hasta los 640 CV, lo que permitió suprimir bastantes dobles tracciones. De estas locomotoras pasaron a RENFE las 114 y 117 que recibieron las matrículas 120-2051 (en la foto)  y 120-2052. La 2051 trabajó en Sevilla y la 2052 en Jerez. Ésta última fue desguazada en 1958 sin que se conozca la fecha de cuando lo fue la 2051 aunque ya no figuró en el inventario de ese año.


Por su parte, la 115 recibió en RENFE la matrícula 120-2061 y fue vendida en 1941 a la sociedad asturiana Duro Felguera. Si bien se pensó en transformarla en locomotora-tender de tres ejes, la transformación no se llevó a cabo y quedó desmontada en una cochera. Después, lo que quedaba de ella alimentó al alto horno de la empresa.


FUENTES CONSULTADAS

Reder, G. y Fernández Sanz, F. (2010): Locomotoras de Andaluces. Historia de la tracción vapor en España. Tomo III