miércoles, 15 de noviembre de 2017

Las tracciones térmica y eléctrica en RENFE (XXI R): Los automotores del Villacañas a Quintanar (V-Q MABf 4 y MABf5/RENFE 9017 y 9018)


1935

Unos sencillos automotores por la Mancha toledana

En los primeros años treinta del siglo pasado los automotores aparecían como la gran solución tanto para trenes de calidad a medias y largas distancias (hemos visto ya algunos los adquiridos por Norte y MZA) como para las líneas de débil tráfico de grandes y pequeñas compañías. Éstas, y sobre todo las más pequeñas, buscaban dotarse de ellos pero invirtiendo los menores recursos económicos posibles. Ese fue el caso de la de Villacañas a Quintanar de la Orden en tierras de Toledo, que utilizó incluso a veces el recurso de la transformación de coches de viajeros. La última acción en este sentido la llevó en 1934 con el encargo de dos automotores de este tipo a la empresa vasca de Mariano de Corral. De ellos trata esta entrada.




A principios del siglo XX se promulgaron algunas leyes que favorecían la implantación de líneas secundarias de ferrocarril que fueran consideradas de interés por el Estado. Una de las que surgieron a raíz de este impulso fue la de Villacañas a Quintanar de la Orden. Su interés era el enlace de Quintanar, La Puebla de Almoradiel y La Villa de Don Fadrique  con la estación de MZA en Villacañas, todo en tierras de la provincia de Toledo, en un recorrido de unos 25 km. Si bien la línea tenía interés desde el punto de vista de servicio de viajeros, lo era aún más en el contexto de dar una salida rápida a las producciones agrarias de esta zona, sobre todo vino y cereales. La línea se inauguró en 1909 en ancho métrico y con tracción vapor. Los recursos económicos siempre fueron muy escasos y hay una "leyenda" que afirma que la vía se tendió sobre la propia tierra con ausencia de balasto. En 1929 se amplió a ancho ibérico y se adquirieron a MZA cuatro locomotoras del tipo Creusot Viajeros.

Como el servicio de autobuses por carretera no hacía competitivo el de viajeros por tren convencional, la compañía decidió dotarse de automotores. Dos de ellos se construyeron a principios de los años treinta en los talleres de la compañía a partir de la transformación de sendos coches de viajeros de vía estrecha. Iban dotados de un motor de gasolina Nash de 25 CV, tenían una velocidad máxima de 60 km/h y estaban dotados de remolque. Ambos entraron en servicio en 1934 con las matrículas MAB 1 y MAB 2. Solamente este último sobrevivió a la Guerra Civil y pasó a RENFE como remolque R9017.


Probablemente el MAB 1 o MAB-2  del Villacañas-Quintanar (Foto: dcl libro "Automotores Españoles" de Javier Aranguren)

Por otra parte, se adquirieron otros dos, modelo RS-4, al consorcio francés Renault-Scemia con dos cabinas de conducción y dotados de remolque. Fueron los MAB 3 y MAB 6.


Un RS-4 del ferrocarril del Sevilla-Alcalá-Carmona. Los del Villacañas-Quintanar debieron ser muy parecidos (foto tomada del libro "Automotores españoles" de Javier Aranguren)

Casi a continuación se encargaron a la factoría vizcaína de Mariano de Corral dos automotores más, los MABf 4 a MABf 5 donde la f hacía referencia a un pequeño departamento de correosFueron construidos  a partir de dos coches de viajeros, utilizando planos del modelo RS-4 bajo licencia de Renault-Scemia (Lluis Rentero en su artículo "Renault al sol del sur", publicado en el nº 39 de CARRIL, discute esta cuestión y desde luego pone muy en duda que los planos fueran del RS-4). Fueron entregados a lo largo de 1935. Tenían motor de gasolina Ford, desarrollaban también 25 CV y su velocidad máxima era de 50 km/h.

Foto de fábrica del MABf 4 o MABf 5




En cualquier caso  el origen de estos automotores resultaba algo extraño ya que, en esa época, Mariano de Corral construyó automotores mucho más evolucionados. Podría pensarse incluso que se tratara de antiguos coches de viajeros construidos por Mariano de Corral y transformados por la propia compañía del Villacañas-Quintanar. Sin embargo, la valiosa aportación por Jordi Ortega de la foto que se muestra a continuación, disipa cualquier duda a este respecto y queda clara su construcción por la citada factoría.

En esta foto, perteneciente al ayuntamiento de Villacañas y que amablemente me ha facilitado Jordi Ortega, parece mostrar el acto de recepción del automotor MABf 4. Como solía ocurrir en las presentaciones de vehículos construidos por Mariano de Corral, el nombre de la empresa figura en las ventanillas, no dejando duda sobre su procedencia.

Interesante esquema del proyecto de transformación de coches de viajeros en automotores para el Villacañas-Quintanar elaborado por la fábrica de Mariano de Corral (tomado del libro "Mariano de Corral. Fábrica de coches y vagones. Bilbao-Amurrio"


Muy poco conocemos de la rutina diaria de estos automotores salvo que entre 1939 y 1941 debieron funcionar con gasógenos Barceló consumiendo carbón de encina y causando múltiples molestias a maquinistas y viajeros.

El MABf 5, dotado de gasógeno, tal como aparece en el álbum de material motor de RENFE

Ambos automotores pasaron a RENFE donde recibieron en principio las matrículas 9015 y 9016, para ser al poco tiempo cambiadas a 9017 y 9018, ya que las anteriores fueron asignadas a dos "zaragozas" del Central de Aragón. 


Ficha de los ya 9017 y 9018 publicada en la revista Vía Libre y procedente del álbum de material motor de RENFE


Poco sabemos del día a día de estos automotores salvo alguna noticia puntual como ésta del 9 de enero de 1950 encontrada en la hemeroteca de ABC, donde se refiere el choque de un automotor (¿ quizás el 9017 o 9018?) con una locomotora en la placa giratoria de Villacañas con el resultado de algunos heridos graves y serios desperfectos en el automotor. 



Ambos automotores fueron dados de baja hacia 1963 y fueron probablemente sustituidos hasta principios de los setenta por alguno o algunos de los automotores Wurmeister de la serie 9201 a 9203.   
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Debo confesar que para pocas entradas de esta serie me ha sido más difícil encontrar información, sobre todo gráfica. La mayor parte de lo aquí narrado proviene del siempre necesario "Automotores Españoles" de Javier Aranguren y de los libros de Josep Calvera, aunque también me ha sido muy útil este artículo sobre la historia de la línea escrito por María Teresa Fernández Diez. Muy importantes y aclaratorios han sido los comentarios y aportaciones de Juanjo Olaizola y Jordi Ortega recogidos en la edición anterior de esta entrada.

Mi búsqueda de otras nuevas imágenes  ha resultado totalmente infructuosa. Quizás algún aficionado haya tenido más suerte que yo y posea alguna. Me encantaría conocerla y enriquecer así esta entrada. Mientras tanto finalizo con la imagen de la reproducción en escala N que hizo de estos automotores la casa Parvus a la que hay que felicitar por una empresa tan arriesgada como valiosa.

Maquetas en escala N realizadas por Parvus. A la izquierda el MABf 4 y a la derecha el RENFE 9016 (matriculación primitiva)


FUENTES CONSULTADAS

Rentero Ll. (1993): Renault al sol del sur. CARRIL nº 39

Aranguren, J (1992): Automotores españoles. Autoedición


Fernández Diez, M.T. (2006): La recuperación del patrimonio ferroviario desde el ámbito escolar: "La línea de ferrocarril de Villacañas a Quintanar de la Orden". IV Congreso de Historia Ferroviaria

Calvera, J (2009): Automotores diésel ancho ibérico español. Ed. Revistas Profesionales


Olaizola, J y otros (2015): Mariano de Corral. Fábrica de coches y vagones. Bilbao-Amurrio. Ed. Proyectos Editoriales.

Calvera, J. (2016): Fichas material motor RENFE: 1941-2016. Locomotoras y automotores diésel. Ed. Gestión Ferroviaria.